No-Historia

La Historia tiene la atención de un caniche: solo se fija en lo que ocurre. La No-Historia es mucho más elegante, ya que cuenta todo lo que jamás pudo ser debido a la inacción. Por desgracia, también es mucho más difícil de estudiar, puesto que sus fuentes primarias no van más allá de un simple gruñido o de un “seguro que ha sido el viento, me voy a dormir”.